Al igual que cuando duermes, el plumaje real de tus pestañas es la mejor manera de dormir despierto, sólo para contemplarlas y creer que verdaderamente existen.
Tus emociones un prisma-color que dibuja en lienzo estriado la técnica de óleo perfecta, donde eres la ilusión más tangible y certera de la vida.
Tus cabellos lacios el árbol que sostiene todas las lianas que poseen un sin fin de pensamientos milenarios, que acompañado de ramas fuertes y firmes, me convencen de querer estar allí siempre, sumergida en lo admirable de tus raíces y, en la felicidad de tu espíritu cuando el viento se entrelaza con él.
Tu piel un intenso otoño, que le da un sentido ávido al mundo y sus esquemas.
Marcas de felinos en la anchura de su espalda, y en uno de sus costados, que cuando le puedo tocar, mi mano se desliza y mi mente se inunda en nubes de terciopelo.
Mágico viaje el que me regalas, sólo con estar allí tan cálida y transparente, tan dulce y preciosa.
Estás creada de gemas preciosas, de líneas exactas que se ajustan a quien tenga la certeza y sabiduría de hacer una expedición en tu Alma.
Gracias por existir, ser y estar.
—Wendy Luna