¡Sueños!

Anoche el tono de tu voz, penetró mi más profundo sueño y aunque fue efímero, me hizo navegar por el mar de las emociones y por el encanto de un bosque frondoso donde me sentí libre como una mariposa cuando alza su vuelo al salir de su capullo.

jueves, 31 de marzo de 2016

Nuestra animalidad

Entre mi silencio y el tuyo, existen feroces animales gritando su pasión vehemente.
Claves vocales que no se pueden ocultar, miradas pérdidas que están completamente llenas de locura y desenfreno.
Decencia nos priva de nuestra libertad animal, amada presencia sigilosa la que nos hemos de brindar, acorazonados rugidos con frecuencia milecimal. Brillante deseo entre éstas Almas desnudas repletas de deseos e inquietudes temporales.
¡Ven! acercate a mi, siente ese calor que lentamente evapora desde mis extrañas, y me envuelve. Quiero atacarte, quiero mostrarte mi mejor técnica.
Sólo permite por vez primera dejarte guiar, para así violar cada paso de tus sentidos y mostrarte la otra cara de mi moneda, la distinción de nuestros sexos.
Amores felinos se definen en lo externo, entre una melodía que resuena en cada caricia y cada mordida. Lamer toda tú piel, me llena de una melaza dulce y amarga.
Encuentros que excitan e incitan a la animalidad, a husmear debajo de eso que palpita en las capas de piel, para seguir en el plan de colapsar el sistema, y mostrar más allá. 
Invitarte a conocer el Nirvana ese mundo perfecto donde después de las alteraciones, viene la calma. Allí quiero llevarte y domarte, comerte o cogerte, y así sucesivamente o viceversa, porque así es mejor a tu manera, a la mía, nuevamente sin perder el norte en  cada evento sensitivo de nuestro rugir, en cada movimiento que penetra e invade lo invasivo.
La brisa nos brinda calma, el día nos irradia y es que en cada momento nos acompaña el arte de lo pasivo y enigmatico que es estar fuera y dentro de el Alma desde el feroz espiritu animal y a la vez humano.
¡Besame! desde la punta del pies, sin llegar a la cabeza. Porque en término medio el recorrido es más espléndido, contemplando el gesto desnudo de cada facción, el vaiven energetico de una fina escultura repleta de pasiones, y freneticas manías sexuales. Por eso ven y calma la lujuría que me invade cuando presente estás.
Fieras en plan de acecharse, sin doblegarse en el intento. Dejando que las emociones sigan hablando por si solas, hallando en sí como empezar lo que nunca acaba. 
¡Bendita sea! la voracidad que posees, que en sumisión me coloca.
Mirame y sienteme, ya no quiero torturarme más en el tiempo y en mi espacio, muestrame la versatilidad de ser y no ser, para seguir siendo tuya. ¡Salud! 

Wendy Luna