Tu genuino reflejo.

Manuscribir tu arte, en una palabra, es "Literatura".
Tu lenguaje lírico no cualquier individuo puede dominar. Eres el sinónimo de hermosura por ser de gran encanto y el antónimo de imprudente por ser sensata.

El prólogo que irradias cuando se te conoce, es de total embeleso. ¡Mujer!, englobas la abreviatura perfecta de tus gemidos, cuando estos emiten abundante placer. Por lo tanto domino cada fragmento de la tersura de tu piel, porque la tutora de mi subconsciente me guía, como también juega con mi ingenio y muestra tu desnudez para así continuar ilustrando mi consciencia, de esa esencia que posees y que solo aquel ser que haya alcanzado dulcificar tu interior, será capaz de seducir tu exterior.

"Eres":
Magnífica, por saciar mi alma de tu armonía.
Unánime, por estar acorde con la historia de mi energía vehemente.
Jovial, por tu divertido humor ávido.
Edén, por contener el paraíso sexual más deleitable e incitante.
Real, por la autenticidad que describe tu idoneidad.

Mujer: Consciencia literal.

—Wendy Luna